sábado, 28 de marzo de 2009

EL MARXISMO, UNA CIENCIA RE-DESCUBIERTA DIA A DIA









Por: Milicias Bolivarianas

Un fantasma recorre a Europa (y los EE. UU.), es el fantasma de la recesión económica, como han sabido llamar los Gobiernos a la crisis producida por la disparidad en la propiedad y tenencia de dinero, en otras palabras, en la concentración de la riqueza, de la captación del dinero de las clases emergentes y del desequilibrio fiscal causado por la desestatización de la Banca, de la ausencia de Gobierno en la actividad bursátil de los países desarrollados, porque son ellos los que pueden ahorrar o concentrar dinero, los pobres solo hacen para la comida. La medida, o la fórmula para conocer el desarrollo y el subdesarrollo de los pueblos es precisamente la solución de la necesidad fundamental: la alimentación. Los pueblos con un alto nivel de desarrollo utiliza las 24 horas del día para producir ciencia, tecnología y esto se traduce en riqueza; los pobres utilizan ese mismo tiempo en pensar cómo conseguir la alimentación.

Parece curioso que esos pueblos desarrollados, que ya han resulto esa necesidad básica para vivir, estén redescubriendo a Marx, el filósofo del Comunismo científico, del materialismo histórico y dialéctico, El pensador Alemán que descubrió las Leyes de la Contradicción fundamental Entre el Capital y el Trabajo.

En la Feria Internacional del Libro, realizada en Frankfort, Alemania, uno de los textos que más reclamaba la gente hasta agotar existencias era precisamente el Capital, siendo más puntual el 2º. Tomo de la fenomenal obra de Karl Marx. La debacle económica mundial empuja a los perdedores de la riqueza a buscar en los clásicos el porqué de la crisis. Hace ya casi 150 años el ilustre pensador elaboró la teoría sobre la circulación de mercancía, del ciclo del capital, los ciclos de rotación del capital, e hizo los primeros cuestionamientos a la teoría del capital fijo, el capital circulante de Adam Smith, teórico capitalista de la época. Los pueblos mas desarrollados del planeta buscan res-puesta a la hecatombe financiera mundial en la obra El Capital de Karl Marx, qué ironía!.

Pero, qué es lo que hace tan especial El Capital en aquellos países que han transitado los diversos modos de producción hasta ahora conocidos? O mejor, no hay una respuesta convencedora por parte de los economistas contemporáneos para explicar a los pueblos el porqué las entidades financieras privadas atesoran in-conmensurables cantidades de dinero y arrean como borregos a miles de ahorra-dores a llevar dineros a sus Bancos? Aun-que la Economía como ciencia no es asequible ni mucho menos entendible para la mayoría de los mortales, son los Gobiernos que educan a la mayoría de los mortales sobre el modelo de enriquecer legalmente a la burguesía financiera a través de la arbitraria política bancaria, es un atraco!

El ahorro está determinado por la lucha abierta entre capitalista financiero y el ahorrador, el primero impone las tasas de interés, el valor de las acciones, la corrección monetaria, el segundo vive de la ilusión de algún día ver crecer su dinero. Necesariamente triunfa el capitalista financiero, puede vivir más tiempo sin el ahorrador que éste sin el capitalista, además la unión entre los dueños del capital es habitual y eficaz, para esto cuentan con los Gobiernos; la agrupación de los ahorradores está prohibida y tiene funestas consecuencias para ellos, ejemplos se conocen.

Algo más, el país más poderoso del mundo, la potencia militar más criminal de la historia del la humanidad vive los altibajos cíclicos de la economía de mercado, el corcoveo del potro del capitalismo en todo su esplendor sacude la superestructura, pero no la tumba y está lejos de tumbarla. El capital acumulado mediante el saqueo a las materias primas de todos los demás países del mundo, se concentra, ya no en manos de unas pocas personas sino bajo tutoría y gobierno de Corporaciones con dueño ficticio pero de propiedad legal de seres desconocidos. Es el umbral de la fase superior del capitalismo, asomos del Imperialismo que la humanidad empieza a padecer, sin madurar aún la fuerza de producción capitalista, el obrero contemporáneo.

Esa fuerza de trabajo que produce riqueza para los dueños de los medios de producción y miseria para su humanidad deberá cruzar el umbral, crear las premisas, para que se cumpla la sentencia lapidaria:

Así como el feudalismo en estertores sentó las bases del naciente modo de producción capitalista, los obreros mediante el desarrollo de las fuerzas productivas expedirán la partida de defunción a este régimen económico fundado en el predominio del capital como elemento creador de riqueza.

El advenimiento del socialismo en un futuro temprano deberá pasar entonces sobre el cadáver hinchado del oprobioso sistema financiero mundial, de la concentración de la riqueza producía por millones de obreros y de la propiedad privada como modo de acumulación de capital.

Es curioso el momento en que la humanidad vuelve a Marx. Así como en 1.840-1850 Europa se convulsionaba con la naciente burguesía, con los Ejércitos de obreros que jalonaron la Revolución industrial, con la enorme miseria de los obreros que trabajaban obligados 14 y 16 horas diarias en su lucha contra la máquina que se inventaba y que robaba su única posibilidad de emplearse, por eso es curioso, los obreros modernos buscan la explicación a su miseria moderna en los anales de la literatura clásica marxista que hasta ahora solo estudiábamos los Comunistas.

No podemos asegurar que la humanidad esté contemplado el Apocalipsis del modo de apropiación capitalista, ni del fin del fin del Imperialismo. Aunque es probable, y los estudiosos economistas burgueses lo describen como flujos y reflujos de la economía de mercado que fluctúa entre picos altos y bajos en un constante vaivén causado por la enorme concentración de capital especulativo de las Multinacionales que arrastran a la ruina financiera a Naciones enteras cuya única tabla de salvación es el Estado que inyecta capital oficial, dineros del erario, de los contribuyentes, para salvar de la bancarrota a las Empresas colapsadas. No será fin, por ahora, del Capitalismo.

Pero la burguesía financiera está notificada, al igual que ella hace 180 años cuando fue tan revolucionaria como los obreros y campesinos

Actuales, esa misma burguesía escribió páginas de su historia, y revolucionó, azuzó luchas y alzamientos contra la moribunda aristocracia medieval y triunfó con ayuda de la técnica y la ciencia que florecía en los países europeos. Los avances de la tecnología y la ciencia, la cualificación de los obreros y la inmensa concentración de la riqueza (signo del imperialismo), son las armas de la evolución social de la humanidad, de la transformación de esta fase que está viviendo la sociedad por otra donde la ecuanimidad de las formas de producir riqueza miren al hombre como centro de su beneficio y no el dinero.

Es confortable para los comunistas colombianos las preocupaciones del pueblo alemán que busca en la Feria de libros en Frankfort al viejo Marx para que con sus luces ilumine el camino de la incertidumbre financiera.-

Tomado de revista

Resistencia Enero 2009

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